El Pan di Zucchero, Pan de Azúcar en español se yergue imponente mientras se desciende por la carretera panorámica que conduce a Masua, el antiguo centro minero de la provincia de Iglesias y hoy meta de baño en su playa.
El pan de azúcar es uno de los farallones más grandes de Cerdeña y los locales lo conocían como Concali su Terràinu antes de la denominación actual que sin embargo no es reciente, ya que hay textos del siglo XVIII donde ya se menciona el nombre que denomina a la roca como la famosa mole de Río de Janeiro. La erosión de la piedra caliza lo separó de la costa y de Punta Is Cicalas, creando una escultura natural que por su altura, 133 metros se antoja aún más esplendorosa.
La posición del antiguo cargadero de Porto Flavia frente al pan de Azúcar no es casual, ya que el ingeniero Cesare Vecelli observó que el inmenso farallón actuaba como barrera del fuerte viento maestral, lo que hacía el lugar idóneo para horadar la montaña y crear un cargadero de grandes proporciones. Hoy la salida al mar de Porto Flavia es un balcón desde donde vemos el esplendor del Pan di Zucchero.
Desde las playas de Masua parten excursiones en lanchas para recorrer la costa y ver de cerca el Pan de Azúcar, e incluso es posible escalar las verticales paredes, siempre con guías y con equipo adecuado por supuesto. El farallón tiene dos arcos muy sugestivos para tomar fotos.
Masua cuenta con un parking que en verano se llena de gente local que viene a sus playas. Más adelante a un kilómetro encontramos el acceso a Porto Flavia, que permite una visita guiada para conocer el embarcadero de mineral. Otro punto interesante es la Grutta Azzura.
Cómo llegar
Si venimos por la SP83 que recorre la costa oeste ya sea desde Buggerru o Nebida, nos encontraremos con la indicación hacia Masua, donde al final del aparcamiento encontraremos la playa y el farallón del Pan de Azúcar.