Si nos encontramos visitando el oeste de Cerdeña, quizá atraídos por las playas de dunas de Piscinas, o por la ciudad de Iglesias, ecnontraremos en la carretera SS126 que une esta con Fluminimaggiore -y que atraviesa el Parque Geominero- con un desvío que indica la cercanía del Templo de Antas. Según nos adentramos en el valle oculto por la frondosa vegetación, iremos entendiendo la razón de que aquí en primera instancia el pueblo nurágico, después los cartagineses y finalmente los romanos, levantasen templos hacia sus divinidades.
Si bien es cierto que del antiguo templo no quedan restos espectaculares, el Templo de Antas es uno de los más importantes de Cerdeña. En pié están cuatro columnas jónicas del frontal y dos del lateral, con una inscripción el el frontispicio del 212-217 d.C. fecha de la última remodelación del templo de Antas.
Sobre una colina llamada Conca s’Omu, en un claro del bosque encontramos el templo. Este lugar fue la ubicación donde la civilización nurágica edificó un templo para venerar al dios Sid Addir. En las tumbas cercanas al templo se hallaron figuras de bronce de culto a esta deidad.
La llegada de los púnicos y posteriormente de los romanos perseguía la explotación de las cercanas minas de hierro y plomo. En el VI a.C. los fenicios reformaron el templo primigenio, cuyos restos son visibles delante de la escalera del templo romano, protegidos por una verja. Dos siglos después, los romanos restauraron el lugar sagrado, respetando el culto local y adaptándolo, dando lugar a la deidad Sardus Pater Babai.
Fueron varios los intentos de localización del templo de Antas, que ya aparecía en testimonios del mundo clásico como el Anónimo de Rávena del siglo VII, pero que sin éxito fueron localizando geográficamente hasta que el general Alberto Lamarmora con la ayuda del arquitecto de Cagliari Gaetano Cima anticiparon en 1836 que los restos correspondían al templo de culto al dios Sardus Pater Babai.
Las excavaciones de los años 60, con el descubrimiento de una tabla de bronce que aludía al dios Sardus Pater y la restauración de la estructura y el bloque -hoy visible- con la inscripción en honor al emperador Cesar Marco Aurelio Augusto, citando la deidad, acabó por atestiguar el origen del santuario.
En los alrededores del templo hay varias grutas y restos de las canteras de donde los romanos extrajeron la piedra para levantar el templo de Antas. También hay restos de cabañas nurágicas, caracterizadas por su forma semicircular, y donde se hallaron piezas que explicaban el culto al dios Sardus Pater Babai.
Mapa del Templo de Antas
